Hasta el pasado mes de noviembre, Íñigo Fernández de Mesa ocupó el cargo de Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, tras haber estado al frente de la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera durante el trienio comprendido entre 2012 y 2014. Estas responsabilidades le llegaron tras una carrera profesional de 25 años que comenzó con su ingreso en el Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado en el año 1992 y que ha estado marcada por los asuntos europeos y financieros tanto en la Administración Pública como en el sector privado.
¿Cuál es el balance que hace de la legislatura?
El balance de la legislatura ha sido muy positivo. Sin duda alguna, el arranque fue complicado. Tuvimos que enfrentarnos a un caída del PIB acumulado entre el año 2011 y 2012 de cerca del 3%, un déficit público por encima del 9%, un alto déficit exterior y aumento importante del paro que llego a alcanzar el 26% en el 2013. Además, el sector financiero, fundamentalmente las cajas de ahorros, acumulaban graves problemas de solvencia y gobernanza que minaban la credibilidad de los balances del resto del sistema bancario español. Por su parte, las Comunidades Autónomas perdieron su acceso a los mercados y generaron retrasos en su pago a proveedores, en la mayoría de los casos pymes, que superaban a veces incluso los 500 días abocando a muchas de ellas a una situación insostenible.
En 2012 se tomaron numerosas medidas de gran calado que tuvieron un impacto positivo y rápido en la economía. Se reformó el mercado de trabajo, haciendo posible que la recuperación económica fuera mucho más intensa en la creación de empleo. La reforma del sector financiero dio un impulso a los préstamos nuevos de la banca que empezaron a crecer mucho antes incluso de que las políticas heterodoxas de expansión monetaria por parte del BCE se pusieran en marcha. Las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos pudieron hacer frente al pago de sus proveedores gracias al Fondo de Pago a Proveedores. También se creó el FLA (Fondo de Liquidez Autonómico) que evitó la quiebra de las Comunidades Autónomas e hizo posible que hicieran frente a su gasto social. La Ley de Estabilidad Presupuestaria otorgó una mayor transparencia y disciplina en materia fiscal en todos los ámbitos de la administración.
Este elenco de reformas supuso un claro revulsivo para la economía española, que se dejó sentir en el crecimiento del PIB ya en el año 2013. En la actualidad, España es una de las economías que más crece y más empleo genera en el mundo desarrollado. Y lo hace además de forma sostenible, generando superávit exterior y reduciendo el déficit público. Seguimos teniendo retos que debemos afrontar como un todavía elevado nivel de déficit y deuda pública y un nivel de desempleo inaceptable. Por ello es importante continuar con el camino emprendido hace ya cinco años de manera que se palíen los efectos tan devastadores que ha dejado la crisis financiera en la economía española.
¿Cuál considera que es el principal logro de esta legislatura?
He contado con un equipo de primera línea tanto en mi etapa de Secretario General del Tesoro como de Secretario de Estado de Economía. Para mí ha sido una gran satisfacción contar con el nivel de entrega y trabajo de todos los funcionarios del Ministerio en los momentos más difíciles. Tuvimos reuniones durante fines de semana, y hasta altas horas de la madrugada y el nivel de compromiso por parte de todos fue excepcional. Creo que el mérito de todos los logros conseguidos ha sido de todo el colectivo. La vuelta de la confianza de los mercados en el Tesoro y en el sector financiero, la financiación autonómica, etc. sin duda es el resultado de un trabajo colectivo donde mi papel era de coordinador entre la decisión y la ejecución.
¿Cuál cree que es el reto pendiente, qué siente que quedó por hacer?
Siempre quedan cosas por hacer, tenemos importantes retos por delante. En el ámbito del sector financiero, queda pendiente una ley hipotecaria que solvente alguna de los problemas que se generaron en la etapa anterior de expansión económica. No obstante, es justo reconocer que tenemos un sector hipotecario de primera línea a nivel mundial que ha permitido que una amplia mayoría de españoles (más del 80%) tenga una vivienda en propiedad.
También es importante emprender otras medidas como la reforma del sector de cooperativas de crédito, la creación de un órgano de resolución de quejas y reclamaciones en el sector financiero y un mecanismo de supervisión macro prudencial, y la recuperación de la ayudas al sector financiero a través de la venta de los activos del Frob.
Fuera del ámbito financiero, es importante el desarrollo de la ley de desindexación para seguir manteniendo la competitividad de la economía española y continuar con la liberalización económica y el aumento de la competencia con medidas como liberalización de los servicios profesionales. Estas medidas nos permitirán aumentar la tasa de crecimiento potencial de la economía y reducir la tasa de paro a niveles muy inferiores al actual.
Creo que en esta legislatura han surgido también nuevos desafíos. A lo largo de los últimos años la crisis financiera ha servido para reforzar y mejorar el funcionamiento de la Unión Monetaria. Muy pocos hubieran apostado hace unos años que en un período récord de tiempo íbamos a tener un supervisor bancario único, un mecanismo de resolución europeo, un fondo único de resolución y unas normas comunes en materia de liquidación bancaria. Queda pendiente la puesta en marcha de un fondo de garantías de depósitos europeos. Sin duda alguna, el reto que supone el Brexit para Europa debe suponer un acicate para impulsar el proceso de integración europea que es muy beneficioso para todos los países de la Unión.
España apoyó el plan de impulso fiscal en la zona euro de 50.000M€ lanzado por la Comisión Europea, aunque finalmente fue rechazado por el Eurogrupo. ¿Cuál era el objetivo de esta iniciativa?
Creo que el impulso fiscal debe ir destinado fundamentalmente a mejorar los cuellos de botellas intracomunitarios y mejorar la eficiencia de los mercados. Debe estar además acompañado de importantes reformas en los mercados de trabajo de bienes y servicios. Las reformas estructurales no sólo tienen un impacto positivo desde el punto de vista de la oferta sino también en la demanda. Europa tiene un grave problema inversión privada por las escasas expectativas de rentabilidad de las mismas. Sin duda España es un buen ejemplo de como las reformas han servido para mejorar la expectativas empresariales y con ella la inversión la creación de empleo y el consumo privado. En España, es el sector privado el que está impulsando la demanda y creemos que es la forma más sana de reactivar la economía.
¿Qué ha aprendido durante este período?
Estos años han sido muy enriquecedores. He aprendido a trabajar en equipo y a confiar en el enorme talento que existe dentro de la Administración española que creo merece un reconocimiento. También estos años me han permitido conocer una gran parte de la economía española además del sector financiero, gracias al amplio elenco de reformas que se llevaron a cabo y a valorar y a entender mejor los distintas sensibilidades europeas que hace necesario que para seguir avanzando en el proceso de Unión Europea es imprescindible realizar concesiones por todas las partes.
¿Qué recomendaría a su sucesor?
Mi única recomendación a mi sucesora es que confíe en el excelente equipo de la Secretaria de Estado, que a lo largo de todos estos años han mostrado una profesionalidad y excelencia extraordinarias.
Por Jesús Varela
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