El día 22 de noviembre de 2016 la Asociación de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado hizo entrega de sus Medallas de Oro a dos de sus miembros, Pedro Solbes y José Manuel Reyero, en reconocimiento por su trayectoria personal y profesional, su dedicación al interés general, su valor humano y su aportación al fortalecimiento del marco institucional de la economía española.

Pedro y José Manuel se incorporaron a la Administración Pública en años convulsos que anunciaban un cambio profundo en nuestra sociedad. Pedro Solbes vivió como joven funcionario los últimos estertores de la planificación del desarrollo económico español -ingresó en 1968- y José Manuel Reyero toma posesión cuando España se dirige inexorablemente hacia una de sus crisis más profundas -ingresó en 1974-. Ambos contribuirán con su esfuerzo y dedicación a la recuperación de una economía en la que las leyes del mercado comienzan a ejercer una influencia real y en la que se advierte la importancia del fomento de la internacionalización.

En momentos críticos para España, en los que nuestra economía se enfrentó a shocks de muy diversa índole, como la crisis del petróleo de los años 70, la reconversión industrial, la expansión de nuestras manufacturas e inversiones por el mundo, la integración europea, la unión monetaria, la globalización de los mercados mundiales,… Pedro y José Manuel fueron ejemplos de compromiso con el servicio a nuestra sociedad, funcionarios ejemplares, representantes de ese espíritu de frontera que siempre ha caracterizado a los Técnicos Comerciales y Economistas del Estado (TCEE), herederos del compromiso que desde 1930 encarna nuestro colectivo con el desarrollo económico de nuestra nación, su modernización, progreso e internacionalización, ya sea desde dentro o desde fuera de la Administración Pública.

Ambos contribuyeron decididamente a sembrar la semilla de la competitividad y la internacionalización en ese tejido incipiente de empresas españolas que comenzaban sus aventuras exteriores en los años 60 y 70. Posteriormente, décadas de intensa y prolífica actividad profesional les permitieron aportar sus mejores esfuerzos a conferir a la Administración Económica del Estado una impronta moderna, aportando un significativo valor, Pedro mediante su liderazgo en la profunda transformación de la estructura económica de España, José Manuel, mediante su dedicación al campo de la internacionalización de la empresa española.

Los que conocen bien a Pedro Solbes dicen de él que se define como, «un hombre corriente absolutamente en todo», pero su capacidad de liderazgo de la economía española y europea han sido poco corrientes; por algo se le reconoce como uno de los funcionarios españoles con mayor reconocimiento internacional y una de las figuras más respetadas de la escena política europea.

En el año 1982, fue nombrado secretario general técnico del Ministerio de Economía y Hacienda, donde formó parte del equipo negociador de la adhesión de España a la Comunidad Europea. En 1985 pasó a dirigir la secretaría de Estado para las Comunidades Europeas y tras la reorganización ministerial de marzo de 1991 se situó al frente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, una época en la que hizo gala de un extraordinario talante negociador y puso en marcha medidas de urgencia para incrementar la competitividad del campo español. Tras las elecciones de 1993, fue designado ministro de Economía y Hacienda -sin afiliación- en el primer Gabinete de la V legislatura, donde aplicó con rigor un plan de saneamiento de las cuentas públicas y de reducción del déficit. Ya en Bruselas, como Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, su primera tarea fue la vigilancia del proceso que debía concluir con la introducción del euro el 1 de enero de 2000. Es difícil destacar un hito de este periodo, pero quizás su actuación más enérgica fue la defensa del Pacto de Estabilidad y Crecimiento adoptado por los países integrantes de la moneda única. En el año 2004 fue nombrado vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, mandato en el que hubo de gestionar uno de los momentos más críticos de nuestra economía, tras el inicio de la reciente crisis. Abandonó la política en 2009 y, actualmente, es presidente del consejo supervisor del grupo asesor sobre normas contables europeas y presidente de FRIDE. Como he señalado, nada corriente hemos leído, como no lo fue su determinación para llevar adelante la ejemplar carrera profesional que le ha caracterizado y que brevemente he descrito en estas palabras.

Por su parte, José Manuel Reyero pronto entendió la importancia de liderar al más alto nivel tanto actividades empresariales como transcendentes iniciativas de la administración del Estado, todas ellas con la defensa de nuestros intereses en el mundo como referente y la internacionalización de las empresas españolas. José Manuel, que tiene sus orígenes en el pueblo montañés de Casasuertes, siempre ha señalado que este hecho ha sido neutral en el mundo profesional, pero que en el ámbito personal le ha dado una forma de ver las cosas que aprendió de su padre, con más perspectiva y tomando la oportuna distancia, pensando, sobre todo, en las personas.

José Manuel fue Consejero Comercial de las Embajadas de España en Belgrado, Miami, Rabat, Argel así como director general de Servicios en los Ministerios de Comercio y Turismo y de Economía y Comercio. Hasta aquí, una carrera brillante, ascendente, pero a José Manuel le faltaba algo, impulsar el gran proyecto de promoción de la internacionalización de la empresa española. Me refiero al Instituto Nacional de Fomento de la Exportación español (INFE), antecedente del actual ICEX. José Manuel contribuyó decididamente a la gestación del INFE y fue su primer director general en 1982. Posteriormente, volvería a esta institución, ya convertida en el ICEX, ejerciendo como su máximo responsable ejecutivo desde 1998 hasta 2004. Su contribución al fortalecimiento de las instituciones impulsoras de la internacionalización no terminó allí, ya que fue además creador e impulsor de la Red Iberoamericana de Organismos de Promoción Comercial y, más adelante, Consejero Delegado y creador de PromoMadrid. A nivel europeo, fue funcionario de la Comisión en Bruselas en los años 80, responsable de la política de Fomento Financiero de la Exportación en la Dirección General de Relaciones Exteriores, donde dirigió el primer programa de fomento de las exportaciones europeas. Tras su paso por el sector privado, como Subdirector General Adjunto del Banco Santander y de su trabajo en otras relevantes instituciones, como CESCE, el Banco Mundial o el Club de Exportadores e Inversores, actualmente es miembro del Consejo de Instituto de Crédito Oficial en calidad de consejero independiente.

La intensa actividad de Pedro y José Manuel, que he resumido brevemente, es el resultado de una vida sustentada por el espíritu de esfuerzo y dedicación que ha animado con su ejemplo a tantos compañeros y colaboradores. Juntos suman 92 años de servicio como TCEEs en los que supieron unir admirablemente su vocación y fidelidad al servicio público con la virtud de la eficacia, encarnando la figura del funcionario modélico. Las Medallas de oro del Cuerpo de TCEE son una pequeña muestra de gratitud por su esfuerzo y dedicación durante tantos años al servicio de España desde tan diversos puestos relevantes de la administración económica de nuestro país y en tantos momentos críticos para nuestra economía, Pedro y José Manuel son un referente indudable de ejemplaridad pública.

Por Vicente J. Montes Gan – Presidente de la ATCEE