Pese a estar situado geográficamente en un entorno regional de inestabilidad, Marruecos ha conseguido no sólo mantenerse al resguardo de los efectos negativos de la primavera árabe sobre la economía y la seguridad sino que, además, ha sido capaz de atraer en el último lustro importantes inversiones al país, capaces de ejercer un efecto arrastre significativo sobre el conjunto de la economía, como por ejemplo Renault, PSA, Boeing, Siemens o Bombardier.

La estabilidad política y las políticas macroeconómicas sólidas han sentado las bases para que Marruecos haya alcanzado unas tasas de crecimiento muy por encima de la media de los países de la región MENA. El crecimiento económico y, en particular, el industrial han hecho que en Marruecos la demanda de electricidad se haya triplicado desde 2009. Para paliar los déficits locales de producción a la vez que garantizar su soberanía energética, Marruecos prevé invertir 40.000 millones de dólares en los próximos quince años en el sector energético.  Es por ello que la energía jugará un papel importante en el futuro en las relaciones económicas bilaterales entre España y Marruecos.

En el plano energético, Marruecos debe conjugar dos variables que combinan mal entre sí: una fuerte dependencia energética (94,6%) y un consumo energético creciente (se estima un crecimiento del 5,4% anual para el periodo 2014-2023). Ante este panorama y con el objetivo de alcanzar una mayor soberanía energética, las autoridades marroquíes diseñaron en 2009 un plan para promover las energías renovables en el país. La intención era que en 2020 el mix energético marroquí incluyera un 42% de energía producida a partir de energías renovables (14% solar, 14% eólica y 14% hidráulica). No obstante, ante los progresos a medio camino del plan, el Rey Mohamed VI redefinió en diciembre de 2015, en el marco de la COP 21[1] de Paris, la estrategia país hasta elevar el objetivo del ratio de energías renovables en el energy mix al 52% (20% solar, 20% eólica y 12% hidráulica). Para alcanzar dicho objetivo del 52% de energías renovables en el energy mix, Marruecos deberá acometer inversiones para obtener 10.000 MW adicionales de fuentes renovables en el período 2016-2030 (4.500MW en energía solar, 4.200MW en energía eólica y 1.300MW en energía hidroeléctrica).

Para desarrollar un energy mix fuertemente basado en energías renovables, Marruecos deberá garantizarse un back up suficiente para un sistema que conlleva interrupciones en la generación. Con este fin, Marruecos prevé desarrollar un proyecto para regasificar gas natural licuado en el país por valor de 4.600 millones de dólares, así como reforzar la interconexión con Europa. Actualmente, Marruecos está conectado con Europa a través de dos conexiones con España, que aúnan una capacidad de 1.400MW, y que permiten proveer desde España el 14% de la energía consumida en Marruecos. La importancia del refuerzo de las interconexiones quedó reflejada en la Declaración conjunta que firmaron el 17 de noviembre de 2016 Marruecos, España, Portugal, Francia y Alemania para el establecimiento de una hoja de ruta para el comercio de electricidad renovable.

El refuerzo y desarrollo de las interconexiones en este proceso integrador será clave puesto que se fomentarán así las interdependencias estratégicas entre España y Marruecos, reforzando el papel de España en el consumo energético marroquí y favoreciendo, además, una mayor utilización de nuestra capacidad excedentaria.

Todas estas evoluciones en el panorama energético marroquí hacen que este sector sea de gran interés para la empresa española. Además, el desarrollo de interdependencias en el ámbito de la energía a ambos lados del estrecho puede contribuir al establecimiento de más empresas españolas en territorio marroquí en un sector donde no se han producido problemas significativos de inseguridad jurídica.

Por Luis Óscar Moreno García-Cano